jueves, 22 de septiembre de 2016

Pequeña feminista

A día de hoy, cuento con 22 años.  Desde mi punto de vista y las experiencias que he tenido a lo largo de mi (aún) corta vida, puedo echar la vista atrás y decir que en 10 años he visto una evolución abismal del feminismo.

                      Por qué empezó el feminismo en mí
Cada vez somos más las personas que nos percatamos de la diferencias, injusticias y tópicos que hay entre sexos. Pues bien, yo hace unos años que me di cuenta que siempre he sido feminista, incluso cuando no sabía ni qué significaba el término. Desde pequeña me he hecho preguntas las cuales me hacía vergüenza realizar a los adultos, a causa de mi miedo a estar preguntando algo que no debo o no es acorde a mi edad y sexo.
Bien, para ser más explícitos contaré algunas anécdotas que recuerdo de cuando era una niña.
En mi colegio, mi grupo de amigas y yo no acostumbrábamos a jugar con muñecas. No nos gustaban. No es que tuviéramos nada en contra de la gente que sí le gustaba, era simplemente que no le conseguíamos encontrar el sentido a mover una figura de plástico inanimada.

El mundo Disney también contribuyó a mi malestar con el
mundo en general. En esa época marcaban fuertemente las dife-
rencias entre sexos.


Yo quiero ser como Beckham
Entonces, ¿qué era a lo que jugábamos? A fútbol. Casi todo el tiempo del recreo lo acabábamos invirtiendo en correr sin parar, tirarnos por el suelo, hacer el chute más potente y aprender a mejorar nuestra técnica. Eso sí, cuando podíamos. ¿Por qué cuando podíamos? La respuesta es el por qué estoy escribiendo esto. Nosotras, las niñas, "no teníamos preferencia” a la hora de coger un balón, un terreno de juego, una portería. Porque éramos niñas y así nos lo decían los profesores cuando nos quejábamos de que lo chicos nos quitaban la pelota.
“Es que ellos son niños y sólo saben jugar a eso. Id a algún rincón del patio y jugad a mamás y papás”. En esos momentos recuerdo cómo me corroía la rabia por dentro y pensaba en que aquello era totalmente injusto.
He crecido con frases como “no es bonito que una niña llegue con la cara roja y sudada del patio. Eso es de niños” o “jugar a fútbol no es de chicas” o escuchar el típico “juegas como una niña”. Obviamente estas frases eran pronunciadas por niños; y muchas más veces de las que me quiero acordar, adultos. Recuerdo haber tenido momentos en mi infancia de creer querer ser un niño. Por el simple hecho de que a ellos se les estaba permitido jugar a fútbol, ensuciarse, escupir en el suelo, silbar, vestir como quisieran, vivir aventuras. Sobretodo la última parte. Me hice mayor con el cuento de la princesa que espera una eternidad a su apuesto príncipe encerrada en una torre, cepillándose el pelo y no haciendo nada porque es incapaz de pensar por sí misma si no tiene un hombre en su vida. Y de mientras, el guapo, inteligente y humilde caballero iba por el mundo en busca de su princesa y viviendo aventuras inolvidables, conociendo seres mágicos y acumulando experiencias para toda una vida. Cuando me preguntaban por qué no quería ser princesa yo decía que me parecía aburrido. Nadie me entendía. Yo decía que quería ser príncipe. Mis padre me compraban espadas de juguete y combatía enemigos invisibles, cabalgaba caballos imaginarios e inventaba historias de finales felices junto mis amigas.
La sexualización de los juguetes eran en gran parte culpables
de las enormes diferencias entre niño y niña.


Mamá, quiero ser feminista
Estos son pequeños hechos que de niña me resultaban pozos infinitos de preguntas sin respuesta. Y con un poco de perspectiva y años, he conseguido ver que no era yo la que estaba haciendo cosas “anormales”; sino que me adelanté a la sociedad respecto al tema del feminismo. Una sociedad en la que aún era habitual y aceptado el hecho de escuchar “el limpiar y cocinar es cosa de mujeres”.


Me gusta ver que en tan poco tiempo las cosas están cambiando y confío en que dentro de un tiempo conseguiremos una igualdad completa; pero aún hay mucho trabajo por hacer.






Fuente de las fotos:

-Pixabay:
http://www.shutterstock.com/es/pic.mhtml?utm_medium=Affiliate&utm_campaign=Pixabay&irgwc=1&&tpl=44814-43068&utm_source=44814&id=105557297

https://pixabay.com/es/rat%C3%B3n-de-micky-walt-disney-disney-1286470/


Enlaces de interés:

https://www.youtube.com/watch?v=Z7Pt_GMDdGo - Tráiler de la película "Quiero ser como Beckham" (VO, inglés)

http://www.ambienteg.com/integracion/la-jugueteria-toy-planet-lanza-un-catalogo-de-navidad-no-sexista/ - Artículo sobre la juguetería ToyPlanet y su catálogo de Navidad no sexista.










Ariadna Codina 

3 comentarios:

  1. Por fin alguien que dice las verdades, estoy emocionada. Gracias, con armas de mujer y sin ellas, somos grandes. Un beso, bella.

    ResponderEliminar
  2. Como bien afirmó alguien que dice conocerte bien, "vives adelantada a tu época, Ari Codina". Clara, transparente y sin tabúes, que la sociedad se parezca cada vez más a ti por favor.

    ResponderEliminar